Mi punto de encuentro.
Hay veces que la vida te agarra en una rutina de esas que son como las cositas de los caballos de carreras que solo permiten ver hacia adelante, hacia tus metas, objetivos, etc. y pierdes el increíble panorama de 180 grados completos. Cada día me doy cuenta que soy veinticuatro horas más viejo que la…