Y quería hacer unas fotos contándoles de la linda sesión de fotos que hicimos con Bata hace unos pocos días, pero sabes qué, entre ayer y hoy nos han pasado demasiadas cosas. Desde noches con fiebres y el regreso a la lactancia dura y pareja, una visita que hice al área pediátrica de cuidados intensivos del hospital Rebagliati que te remueve los huesos y toda fibra que lleves dentro, hasta que un auto nos chocó, los clientes que no pagaron, los regalos que no pudimos hacer y más.

Miro atrás y sólo pienso en lo duro, durísimo, que ha sido el 2016. Todo, todo lo que hemos logrado nos ha costado muchísimo, siento que no he parado de remar y remar para salir adelante y estoy cansada. Creo que de vez en cuando no está mal decirlo en voz alta, es hasta terapeutico creo yo, así que sí, estoy cansada y necesito un break, ponerle pausa a este remolino que no para de girar y lacerarme las ganas y el alma.

Este es un año que me ha dado mucho (un hijo y un libro solo para comenzar!) pero que todo me lo ha cobrado con intereses…ah, tu querías? Toma pero paga, o algo así. Ha sido un año increíblemente duro que despido con ganas.

Lo dije y sigo como que acá nada pasó. Cero culpas.

¿Porque sabes qué? Mi familia está junta, estamos unidos, nos amamos más que nunca y tenemos salud, tengo hijos sanos, fuertes, hermosos y los tengo acá, conmigo, a mi lado. Cada noche les doy un beso en la frente y cada mañana amanecen conmigo en mi cama (aich). Mi esposo es el mejor hombre que Dios pudo haber puesto en mi camino y yo, yo solamente estoy bendecida y sumamente agradecida.

Hoy siento que el corazón me explota porque tengo lo más importante en esta vida, lo demás vendrá porque Dios está conmigo siempre (si supieras cómo lo siento a mi lado) y si tengo a mi familia conmigo y tengo salud, entonces, como siempre, puedo trabajar con la plena seguridad de que a mi familia no le va a faltar a nada.

Secretamente quiero que ya se vaya el 2016 (PLIS!) y que pase el flamante 2017, quiero también desearles a ustedes lo mejor en esta vida, que sus corazones estén llenos de amor, que nos les falte a quién abrazar esta navidad ni quien los abrace a ustedes. Abracen y besen mucho. Quiero que recordemos que lo más importante es agradecer por lo que ya tenemos, no renegar por lo que no pudimos conseguir.

Quiero desearles toda la salud y todo el amor del mundo para el 2017.

Quiero solo lo mejor para ustedes que me leen siempre, y se los digo de todo corazón. No me quiero poner dramática porque ahorita se me caen las lagrimas (que me pasen el kleenex!) así que los dejo con una sonrisa y con muchas ganas de que pasen una muy feliz navidad.

Y sí, claro que por supuesto que desde luego que sí, comparto con ustedes estas lindas fotos que hicimos para Bata esta semana, me sorprendieron gratamente con toda su nueva colección y las bellezas que hay para toda la familia.

FELIZ, FELIZ NAVIDAD!!!