Quiero hablarte

Sentada frente a la compu siento mi cerebro correr lleno de ideas, frases inteligentes y consejos de vida te pueden ayudar. Porque por alguna razón, desde hace muchos años siento en mi corazón esas ganas de ayudar, de servir, y encontré, a través de mi blog y ayudándote con tu clóset una forma de unir esas ganas mías con la moda, que es una pasión de toda la vida.

Pero hoy, hoy quiero hablarte de mi gran amor por Dios y cómo conocerlo cambió mi vida hace tantos, pero tantos años. Quiero hablarte de mi migración a Alemania, de cómo en medio de todo lo que vivimos encontramos paz y fuerzas para seguir de pie y con alegría en el corazón.

Quiero decirte que si cada día le pones un poco de empeño a lo que te pones, te peinas, escoges unos aretes bonitos y algo que te encante, aunque no lo creas, todo tu día tendrá una intención diferente, así como si haces deporte y le prestas atención a lo que comes.

Quiero hablarte de lo complicada que se pone la crianza con la adolescencia de tus hijos y tu propia menopausia. De los cambios de ánimo, de la poca paciencia, del dolor de cuerpo, el insomnio, el eterno zumbido en los oídos, el no saber para qué michi fui a la cocina y de cómo siento que en medio de todo me siento más fuerte.

Quiero hablarte del placer que es criar a un hombrecito y de cuánto gozo tener una hijita de 5 años. Qué edad más deli. Contarte que me fascina la idea de llevar de compras a Valentina pero a ella simplemente no le interesa, pero se escabulle en mi clóset buscando algo qué ponerse para ir al cole mañana. Y eso se siente bonito.

Quiero contarte que extraño mucho a mis papis y que sueño con ir a verlos este año y tal vez, llevar a los chicos a Perú de visita pronto. Me siento en la compu y quiero contarte la tendencia que vi en la vitrina ayer que me escapé 5 minutos al centro, de lo mucho que aprendo de mis clientas cuando les hago asesorías de clóset, de cuánto gozo de hacerles talleres, de que ya no compro café en Starbucks porque me parecen carísimos y que le he agarrado gusto al agua con gas, casi casi la bebida oficial de Alemania después de la cerveza.

Quiero contarte de cuánto me frustra a veces, en el día a día, partirme entre mis 3 hijos, la casa, la lavandería, la cocina, comer sano, hacer deporte, peinarme y vestirme con propósito, tomar mis suplementos, llevar y traer, hacer tareas con los niños (en almeán), ver que no coman tanto dulce, que necesitan ropa nueva y que se muevan un poco más porque los niños son niños y moverse es salud. Las citas médicas, las terapias, las reuniones con los profes, encaminar su propia vida social y a sus amiguitos (y las mamás de us amiguitos, obvio). Escribir en el blog y hacer algo interesante de mi instagram que cada día pierde seguidores. Inventarme proyectos que me generen ingresos para poder cumplir con mis obligaciones y disfrutarlo de todo porque solo se vive una vez. Quiero contarte que tengo muchas ganas de bailar ballet y una buena salsa.

Quiero contarte de lo bonito que es vivir con tanto verde, que se me escapan hasta las tortugas y que no puedo esperar a empezar el trámite de convalidar mi brevete acá porque quiero manejar mientras canto canciones de Pearl Jam, Bon Jovi o Pandora a voz en cuello. De las amigas espectaculares que he hecho, del reto que es volver a empezar a tus cuarenta y pico, de lo satisfactorio que puede ser la maternidad con todo y todo. Porque créeme, desde ponerte de pie al día siguiente de una cesárea, la lactancia hasta el bullying y las crisis hormonales, esto no se va poniendo fácil, pero de alguna forma, hay como un polvo mágico de hadas que flota en el aire, como un amor que se siente en el aire y hace que todos, antes de dormir, nos sintamos agradecidos y enamorados.

Quiero contarte tantas cosas, pero honestamente no sé por dónde empezar. Siento que me entiendes. Tengo esa sensación de que aunque a veces no sé bien dónde estoy parada a mis 47, estoy, a la vez, exactamente donde tengo que estar, con esa paz en el corazón que sobre pasa todo entendimiento, y es que por complicado, agotador y drenante que todo se sienta a veces, se con total certeza que esto es parte de un plan más grande de lo que jamás pude imaginar.

Quiero contarte que estoy bien, y quiero que sepas que tu también lo estarás.