Cuando más, es más
Oh por Dios, otra vez se me pasaron los días sin escribir acá. Tanto que ha pasado, tan poco que les he contado. No se ni por donde empezar.
Así que empiezo por el título, por cuando más es más, y para no hacer asterisco uno, asterisco dos, etc…hago un solo post sobre este tema y mañana posteo sobre el otro tema, and so, and so.
La semana pasada tuve la flamante premier de la película Máncora y no tenía idea de qué ponerme. Hace muuuucho que no me compro ropa -sigo culpando a la recisión, pero la cosa está por cambiar así que prepárate Lima- y vengo teniendo eventos y cosas por lo que mis opciones de cocktail (había un cocktail después de la pela) estaban más que escasas, no podía repetir modelito y mi cerebro rescatador de antiguedades no estaba de ánimos como para ponerme creativa.
Vi la luz cuando ofrecieron prestarme un Vestido maravilloso, el único problema es que era talla 6 y yo soy 2 o 4. Eso podría haberlo pasado por alto con un buen fajín, pero el vestido tenía un escote bárbaro, de esos que te obligan a andar por la vida sin sostén. Lo primero fue hacerme la idea de salir así a la calle. Lo superé. Lo segundo era que al ser una talla más que yo, el escote se abría más de lo normal y eso implicaría que yo ande pendiente de no mostrar la teta a diestra y siniestra.
Tenía que estar en el cine a las 7. Eran las 7 y yo decidí no usar el vestido, no me hayaba. Ni modo. Colapsé maaaaaaal. Volví a lo básico, saqué una falda negra tubo, una camisa blanca sin espalda y halter que una vez me regaló Gerardo Privat, medias negras y tacos negros. Jamás perderás con un look black and white.
Pero claro mamacita linda de mi vida y de mi corazón! Aún hace frío!!! Decidida a no dejar que las malas ganas me ganaran y que mi galán no me matara, ya eran casi las 8, saqué un abrigo de piel de mi mami totalmente ochentero. Claro, el abrigo es con hombreras (que se usan) y la piel hace bulto, vale decir que para ese momento mi pelo me parecía una desgracia humana y mi cara poco digna de ser exhibida. Nunca te ha pasado?
Llegué tarde, tardísimo, pero al menos mi galán maravilloso sonrió al verme «tan guapa» como me dice él. Bueno, si ya estaba con un abrigo de piel que de por sí es llamativo para nuestra sociedad y propio solo de las tías, me jalé el pelo de costado, me maquillaje los ojos tranqui (pero con bastante delineador y muchas capas de rimel) y me pinté la boca de rojo que te quiero rojo, con un lapiz de labio Chanel que pocas veces uso, porque es demasiado rojo.
O sea, si mi abrigo ya iba a llamar la atención, pues armo el paquete completo, nada de atenciones a medias, era el momento perfecto para decir que más, es más. El resultado fue en realidad bastante bueno. Logré mi cometido de disfrazar mi cara de pocos amigos con cosas que llamaran la atención. Creo que las pieles, los tacos altísimos (y que lustrandolos me manchó las manos de negro, para colmo), los ojos marcados y la boca roja red fueron perfectos para que la gente mire otra cosa, menos mi cansancio y decepción por no encontrar algo que me matara.
No me puedo quejar. Claro, yo era una mezcla de Carrie Bradshaw con Samantha Jones, un disfraz al que no me trepo así no más, pero la idea es esta: Cuánto menos te sientas (porque tu pelo no funciona, el vestido no te queda bien o te subiste 2 kilos), ponte algo llamativo, destaca por otras razones que no sean tu pelo, tus vestido o tu rollo, si no por un collar maravilloso, unos zapatos de infarto o una cartera de ensueño.
Lo que dije hoy en el reportaje de 7 Vidas, maximiza lo bueno y minimiza lo malo, así nadie lo va a notar.
He dicho.
Seren, y no tienes fotito…me muero de ganas de ver que regia quedaste!
Bien por lo que dices, y la foto?
ay hija pero por lo menos a ti te queda hasta un saco de papas, yo con este cuerpaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaso que tengo no me puedo poner ni un calcetin sin que se me vea como tamal de wong!
que suerte la tuya de poder entrar en absolutamente todo! y si, alguna vez he hecho lo del disfraz, y funciona a las mil maravillas, lo juro!
Más es más…menos es más…
Nada es verdad, nada es mentira, ¡todo depende del cristal con que se mira!
Seguro que quedaste fabulosa, y lo que dices es verdad, cuando menos nos sentimos, es mejor a pelar a más.
Saludos y felicitaciones por el blog!
Una foto sí por favor! aunque sea solo de las prendas para ver la combinación!
Y de hecho, siempre mejor distraer la mirada de donde no queremos que miré! 😉
Saludos
definitivamente falta la foto! Vane hay que darle al pueblo lo que pide!
Oye guapa, tú tienes las fotos físicas que nos tomaron ese día, no?
«Cuánto menos te sientas (porque tu pelo no funciona, el vestido no te queda bien o te subiste 2 kilos), ponte algo llamativo, destaca por otras razones que no sean tu pelo, tus vestido o tu rollo, si no por un collar maravilloso, unos zapatos de infarto o una cartera de ensueño»
lindo párrafo. 🙂
Coincido con Laura, y foto! foto! foto!
¡FOTO!
¡FOTO!
¡FOTO!
¡FOTO!
¡FOTO!
¡FOTO!
¡FOTO!
¡FOTO!
¡FOTO!
¡FOTO!
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¡FOTO!
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¡FOTO!
¡FOTO!
¡FOTO!
¡FOTO!
¡FOTO!
¡FOTO!
¡FOTO!
(la voz del pueblo, es la voz de Dios y yo sé que eres católica).
siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii foto!!!! que curiosidad!!!!!!!!!!!
BTW… que tal la pela ah?????
No tengo fotoooooo!!!
Lau, viniendo de ti, eso es un HALAGOTE!
Besos a todos,