Let’s say a little pray for us

No puedo empezar la semana sin escribir aunque sea unas líneas sobre lo ocurrido en el mundo en los últimos meses. Ya leí por ahí reflexiones brillantes, que dejemos en paz a los que deciden conmoverse por Paris, que un fallecido en la ciudad de la luz es tan valioso e importante que uno en Siria o en Ayacucho, todo demasiado cierto y lamentablemente demasiado real también. El terror nos toca fibras que todos llevamos a flor de piel, al menos en Perú.

Desde acá no podemos hacer mucho más que rezar, rezar por el mundo entero, para que el Dios de cada uno nos de la sabiduría para que el hombre, por fin, aprenda amar sobre matar y que no hayan extremos que nos nos hagan caer en desgracia como lo venimos haciendo.

Pero creo que lo más importante, ahora, es abrazarnos y disfrutar el día a día, enseñarles a nuestros hijos el valor de la vida, del respeto y del amor al prójimo, ese es nuestro mejor legado, nuestro granito de arena. Querernos y adorarnos, decirnos todos los días de Dios lo importantes que somos el uno para el otro, no dejar pasar uno solo sin hacer esa llamada pendiente o lo que sea que sientas que tienes que hacer. Dile lo que sientes, siempre.

Dar amor, jamás estará sobre valorado, jamás pasará desapercibido y creo que siempre será bien recibido. Amor, amor y más amor, ya lo dijeron, love is all we need, all we need is love.